Un ejemplo reciente es el de David Ferrer, que pese a perder el partido de primera ronda frente al Sudafricano Kevin Anderson, después del partido felicito a su rival por ganarle, un ejemplo de deportividad y respeto al rival.
Y que decir de Rafa, un ejemplo dentro y fuera del campo, dandonos continuas lecciones de respeto, humildad y fair play, cosa que agradece mucho la gente que ama el deporte del tennis.